Ya hace tiempo que la cerámica ha entrado en los circuitos galerísticos, pero es la primera vez que MA realiza una colectiva de artistas que además de otras disciplinas, tienen con la cerámica una comunión muy especial.

 

Cuatro artistas que se expresan con el barro de formas muy distintas pero que se complementan y dialogan entre si creando una gran armonía.

 

No se ha seleccionado en busca del objeto artístico "per se" sino que se ha querido potenciar que la utilidad de los objetos no restan valor artístico a la pieza. La belleza de cada una de estas formas puede competir con la escultura sin ningún pudor.

 

La nota más decantada de todo ello lo podemos ver en las dos instalaciones de Biel Bover. Presenta aquí dos obras en muros contiguos.

En el primero, la palabra AMOR se escribe con una letra en cada corazón y ésta queda reforzada por la repetición de la misma  en una luz de neón que conforma dicha palabra.

La segunda instalación es un conjunto de corazones intervenidos de distintas formas y con color y textura diferentes; ello da pie a distintas lecturas en cada uno de ellos.

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Las poéticas piezas de Miquel Segura nos conducen directamente a oriente y nos llenan la mente de aromas y perfumes; la idea de "quietud" y serenidad está presente en cada una de sus obras.

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Piti Oleza presenta unas formas con un gran interés plástico. La investigación y búsqueda queda plasmada en cada pieza. Cómo a base de capas consigue tonalidades casi doradas...verdes y ocres;  mientras otras texturas nos llevan a pensar en un mar tocado por los rayos de sol. 

 

Valvanuz es la artista que nos acerca más al mediterráneo, sus piezas rezuman fondos marinos, caracolas y espumas que conducen a viejos pecios, ánforas y objetos sumergidos por años que ella ha sabido traducir en  objetos de gran plasticidad artística.

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