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Mare Nostrum es la colectiva que sigue a Il Secolo. Se trata de aunar el tema del MAR bajo el mismo manto en que lo veían en el Imperio Romano, Nuestro mar es ahora totalmente global y somos muy conscientes de ello. Por eso, en esta exposición se mostrará bajo sus múltiples apariencias; puede ser tranquilo y apacible a revelarse con toda su fuerza y carácter, cada artista nos aporta su visión y su momento. 

Mare Nostrum 9 febrero al 15 de abril


MA arte contemporáneo presenta una nueva exposición colectiva sobre la idea actual del significado de “Mare Nostrum”.


Los artistas presentes en esta exposición nos muestran una variante de su concepto actual de la idea de Mare Nostrum, que iniciada en el mundo de la antigua Roma Imperial, ahora se ve modificado por un nuevo concepto, el global.


20 artistas forman ese conglomerado de mares, cada uno aportando su propia visión.

Nos encontramos con grandes masas de color que danzan junto a elementos plenamente mediterráneos, como es la obra de Andrés Planas, pasando por las calmadas costas en sus diferentes etapas del día que plasma Angel Pascual Rodrigo...
La obra de Aina Cortés presenta enfoques a un primerísimo plano de las ondas marinas y sus bellos reflejos. Los contundentes y límpidos Mares de Jaelius Aguirre se enfrentan a las abruptas e impactantes costas de “Los Raptos de Europa” de José Luis López Moral y un video de Begoña Bailén nos sumerge directamente en las cálidas aguas mediterráneas a través de vertiginosos saltos.

 

La propuesta de Cristina Villalba pasa por las cristalinas aguas que representa, tan cristalinas como el vidrio que incluye en sus técnicas pictóricas, creando efectos muy particulares de las costas. Podríamos decir que su obra tiene similitudes con la de la artista argentina María Massone que nos presenta unas pequeñas esculturas en pasta de vidrio.
Alex Sobrón, aporta una inquietante sirena que surge de su escondite y que podría ser hermana de la Gorgona maltratada encerrada en un enigmático tubo de hierro de Marina Rubio.
La idea más conceptual la podemos encontrar en la obra de Lidó Rico; sus magníficos cerebros empapados de los colores del agua nos sumergen directamente en la masa líquida, su playa, a la pura ensoñación.
También encontramos obra de Beatriz Cárcamo, que dirige la mirada hacia los bancos de posidonias, esta vez inundados de pálidas ceras.
Del cantábrico nos llegan las blancas espumas y olas que rompen en desconocidas orillas o puntiagudas rocas, pero que nos dejan sentir la sal en la cara.
La obra de Amadeo Orellana, con referencias al “Circus Mundi” y los trabajos que nos ofrece Biel Bover podrían tener puntos en común. Xisco Fuster nos traslada a visiones más abstractas de la realidad. Julio León nos induce a reflexión con un mar aparentemente en calma...

Y para terminar el elenco, una obra del recientemente fallecido El Hortelano, que con “Formentor” evoca épocas de la añorada “Joie de vivre” balear.


El mar en la actualidad ha sufrido muchos cambios; ha sido agredido por el hombre a pesar de las infinitas ventajas que nos propone, desde el alimento, hasta la comunicación. Aún así el hombre continua considerándolo un “no lugar”, ahí donde podemos lanzar todos nuestros mundanos desperdicios...y aún así, ese MAR nos devuelve una imagen ensoñadora.

El mar también es cementerio...hoy más que nunca. Cementerio y final de grandes sueños. Cruzarlo es el reto. dormirse en él, un final sin retorno.

 

La simbología lo asocia a la idea de infinito, la eternidad y el germen de la vida, cada cultura tiene en su mitología referencias a este cuarto elemento sin el cual el ser humano tampoco existiría.

 

Por ello en esta exposición dejamos al espectador imágenes muy bellas. Es su deber descifrar qué puede haber detrás de ellas. Cantos de sirena.

 

Marisa Aldeguer

Palma, febrero 2017

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