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Misterio

Exposición individual de Illán Argüello

Comparto el texto que me facilitó Ramón García Alcaraz, Doctor en Historia del Arte y director de la galería My name´s  Lolita Art.

 

Ramón García me ha cedido la obra de este magnífico artista al que representa. Me interesaba mucho que el público mallorquín tuviera la oportunidad de conocer la visión y obra de Illán Argüello; un artista que hay que guardar en la memoria!

 

Pidiéndole un texto que pudiera definir su obra me envió este bellísimo escrito. Es un documento que habla sobre una exposición anterior, pero que muy bien puede encajar en esta que ahora presentamos, no dejen de leerlo, les encantará.

 

 

CONSTRUCCIONES PARA OCTAVIA

 

“De una ciudad no disfrutas las siete o setenta y siete maravillas, sino la respuesta que da a una pregunta tuya”

Italo Calvino

 

Conocí a Illán Argüello hace muchos años en la galería madrileña de Fefa Séiquer. Por entonces, el artista ya exploraba los mundos vacíos, casi autistas, de arquitecturas imposibles imbuidas en atmósferas que la crítica empezaba a etiquetar dentro de las vanguardias italianas.

Recuerdo que nuestras primeras conversaciones giraron en torno a la técnica y preparado del lienzo; un ritual que Argüello reconvertía en artesanía pura, utilizando todos los recursos del mundo antiguo, como un viajero inmóvil prepara meticulosamente su maleta antes de realizar un viaje imaginario. Y es que el pintor siempre viaja hacia lugares muy remotos, donde el espacio y el tiempo se detienen en una constante iconografía plagada de arquitecturas ficticias.

Como en Las ciudades invisibles de Italo Calvino, coincidencias intelectuales, la obra de Illán Argüello ha mantenido un paralelismo contemporáneo, en su más pura esencia del pasado, traducido a un presente riguroso con ciertas predicciones futuristas.

Ciudades o arquitecturas invisibles, sin límites, anónimas, con memoria, signos, cielos con ojos de luna y, sobre todo, con deseo.

El paso de los años acrecentó y cultivó nuestras conversaciones, que han ido continuándose en esa ciudad de ciudades que es Madrid, en cuyos variopintos rincones siempre hemos encontrado la respuesta que esa noche necesitábamos.

“Construcciones para Octavia” puede ser una reflexión hacia el ideal de mujer, que el artista siempre desea encontrar, y cuya arquitectura inventada puede servir de punto de partida válido para la identificación entre un hombre y una ciudad, como un signo superior de cultura.

Las arquitecturas de Illán Argüello aspiran a la identificación del hombre con lo natural. La ciudad es para el artista una segunda naturaleza creada por los humanos, con aspiraciones de habitabilidad y deseo de perfección. De ahí su obsesión por construirla con sutiles gamas cromáticas y suavidad de pincelada. La precisión en el trazo y el concepto desnudo de cualquier injerencia estética convierten su obra, como en las ciudades de Calvino, en un libro poliédrico, lleno de aristas y de zonas luminosas.

Ottavia y Octavia, ciudad telaraña, ciudad de vacío, mujer instruida e interesada por la cultura. Abajo no hay nada en cientos y cientos de metros, organizó viajes por ciudades griegas para recuperar el amor de Marco Antonio; cielos donde pasa una nube, visitó museos y templos, terrazas como navecillas donde recibió lecciones de filósofos.

Para Italo Calvino la vida en la ciudad de Ottavia es menos incierta que en otras ciudades. La vida de Octavia, la hermana del emperador Augusto, estuvo llena de amor sin respuestas en pequeñas parcelas, amor distribuido por limitadas terrazas observadas por la luna. Ciudades de amor y desamor, ciudades sin límite e invisibles, en las que el horizonte pictórico siempre mantendrá su infinito futuro.

 

Ramón García Alcaraz

Doctor en  Historia del Arte

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